20091201

ENSAYO: Pactos diabólicos: una mirada más allá desde la música.

Los genios musicales ¿pactos satánicos o leyendas absurdas?


"Ninguna disciplina puede ser perfecta sin la música; sin ella nada existe. Se afirma que el mundo mismo fue compuesto de acuerdo a una cierta armonía de sonidos y que el mismo cielo gira bajo la modulación de la armonía" ("Etimologías", Iii, 17.1).


En la antigüedad la maldad era uno de los tantos sinónimos de inteligencia, al menos en lo que a la música se refiere. De Compositores e interpretes la historia musical da cuenta de ello. Mozart, Tartini, Paganini, Wagner, y más recientemente b. b. King y Peter Gabriel. Sin duda la complejidad de sus asombrosas composiciones une a todos estos personajes. De todos aquellos grupos metaleros o roqueros tales como Marilyn Manson, korn, Ossy Osborn y sepultura no queda más que decir que la mercadotecnia los ha acercado al culto de Belcebú más como estrategias publicitarias y exceso de psicotrópicos que vínculos verdaderamente malignos. No debemos confundir faramalla y extravagancia en el escenario con ingenio compositor. si bien paganini, usaba ya ciertos símbolos en el escenario que denotaban un aparente maridaje con Satán esto era propiciado más como burla a la racionalidad europea que como un verdadero pacto diabólico.

Varios artículos ya dan cuenta de intérpretes y compositores que aparentemente le han vendido su alma a algún ente relacionado con el inframundo para obtener a cambio habilidades o revelaciones que les permitan incrementar sus capacidades pero en la mayoría de los casos éstas no son mas que falsas interpretaciones ocasionadas por el contexto, en el caso de la música sacra relacionada con la cultura judeocristiana, O debido a pretensiones de aquellos que aparentemente ignoran la superioridad técnica alcanzada por los supuestamente poseídos. No nos engañemos, detrás de todo esto no queda más que la justificación de las aburridas y tediosas composiciones actuales que al no poder establecer algún contacto creativo con el supuesto mundo de las tinieblas se transforman en melodías monótonas.

El asumir, tal y como se ha venido haciendo, que la genialidad musical tiene una estrecha relación con entes perversos sería desdeñar el esfuerzo así como ignorar los avances alcanzados en la música por todos aquellos involucrados en novelas fantásticas. Que si Mozart y la francmasonería, que si Warner y sus mensajes secretos que llevaron a Hitler a cometer los más horrendos crímenes del siglo pasado, que si Niccolo paganini y sus 24 caprichos dictados a la luz de la luna por un emisario de la oscuridad, que si escuchas de manera inversa la música de JuanGa invocarás al mal, que si luzbel le dictó en sueños a Tartini la sonata para violín “el trino del diablo”, que si la Trevi era una mensajera de Lucifer, que si los violines de Giuseppe guarneri del jesú encerraban al diablo mismo… así son las historias formuladas por un occidente tan racional, tan intelectual, tan avanzado, tan absurdo.

Efectivamente, a lo largo de la historia del siglo XX ha existido la maldad dentro del pentagrama pero no debemos olvidar que ésta ha sido propiciada más por seres humanos, Hitler, Stanley y Lenin, que por demonios. El progreso en ciencias como el psicoanálisis, la psiquiatría y la neurología nos dan la razón. La música, dice Ralph Adolphs y Gardner, permite al ejecutante y/o compositor ejercitar ciertas partes del cerebro que de otra manera no se utilizarían. Esto provoca un mayor flujo de sustancias naturales y por tanto mayor actividad en el individuo. En algunos casos extremos es tanta la excitación neuronal que se puede llegar a experimentar ataques parecidos a los epilépticos e incluso llegar al desmayo. Una vez expuesto esto podemos darnos cuenta por qué grandes mentes, desde inventores, escritores, compositores y asesinos, han estado asociadas con alguna actividad musical, y del porqué durante siglos el pensamiento religioso incineró en las hogueras del medioevo parte del progreso a costa de todos esos cerebros brillantes teóricamente posesos por Bafomet.

Justificar la creación de los 24 caprichos, Tristán e Isolda, el anillo de los nibelungos, Orfeo, el cuento del soldado, la sinfonía #12, 32, 22 y 24 como productos de pactos diabólicos sería desdeñar el estudio incansable de mentes brillantes comprometidas con una actividad tan elevada como la música. Ni pactos malignos ni influencia divina hay detrás de algo que es mucho más delicado y complicado, y no por que lo veamos desde una visión ateísta pues tomarlo así correspondería más a una interpretación occidental del hecho. Analicemos: en culturas orientales tan alejadas de las dicotomías y polaridades la música tiene un significado distinto. en el budismo (Yeombul, Hwacheong y beompae), por ejemplo; el genio musical corresponde al adelanto espiritual, mas como el resultado de un trabajo constante que como pactos con entes; en el sufismo (Zolnun y Ibn Faredh), la música ayuda a lograr niveles superiores de concentración los cuales permiten establecer el puente entre cuerpo y alma; para el hinduismo (Sangita-ratnakara) la relación entre expresión espiritual y el sonido es indisoluble pues es la conjunción entre el aliento y el fuego. Detrás de todo esto intérprete y compositor trabajan bajo la premisa del crecimiento mental. Por eso la música del medio y lejano oriente continúa moviéndose, en evolución constante. Incluso para los griegos, bajo la visión pitagórica, la armonía que viene del universo, la "armonía divina", penetra en la música, y purifica, calma, ennoblece y produce la reconciliación entre alma y cuerpo.

Pero En nuestro occidente diabólico y estático, tan lejano ya de sus orígenes griegos, Hace ya más de un siglo el filósofo alemán Nietzsche profetizaba:

Lo que cuento es la historia de los dos próximos siglos. Describe lo que sucederá, lo que no podrá suceder de otra manera: la llegada del nihilismo. Esta historia ya puede ser contada ahora, porque la necesidad misma esta en su acción. Este futuro habla ya en cien signos; este destino se anuncia por doquier; para esta música del porvenir ya están aguzadas todas las orejas (Nietzsche;2001 :31).

Y con justa razón. Si todo progreso en la música lo hemos interpretado desde un punto peyorativo no nos queda más que apelar a la repetición para no ser juzgados. La nueva cultura del remake, del cover, del plagio nos da la razón.

Si para regresar a la prosperidad musical olvidada desde el siglo XX y dejar de lado el regué ton, el pop, el Pink punk, el pop y todos esos géneros de acordes sencillos, que sólo intentan de mala manera recordar una etapa melancólica que muchos de nosotros ni siquiera vivimos, el occidente tiene que acudir a supuestos pactos diabólicos ¡qué así sea!

Todos Aquellos que después de leer esto aún insisten en el tema aquí les dejo algunas recomendaciones dónde seguramente podrán encontrar algún demonio: Antonin Dvorák (1841 1904) "Cert a Kaca" ("Catalina y el diablo"; El checo Bedrich Smetana (1824 1884) con "Certova tena" ("El muro del diablo; Hoffmann con "Die Elixiere de Teufels" ("Los elixires del diablo"; el alemán Giacomo Meyerbeer (1791 1864), , "Robert le diable" ("Roberto el diablo") y Victor Massè y su "La fiancèe du diable" ("La novia del diablo".

Miguel Alejandro (predicador moral)

4 comentarios:

DANTE.......=(... dijo...

quizá más emblemático de lo que parece, el arte solo es arte y a la nuevas tendencias se les olvida que es arte.

odio a todos los que se esconden bajo la libertad de expresión, para cantar basura en más basura

quizá te falto un poco de Stravinsky o de alguien más pero todo a su tiempo

gracias por esto

Anónimo dijo...

hermoso! tus palabras las tenemos pero hace falta que regreses a la escena musical, como para cuándo?
qué bien te expresas en las letras!!!
alejandra...

Anónimo dijo...

predicador moral! no cambias! eres genial! me soprende como navegas en la teoría musical... bueno, de qué tema no sabes?
pamela

Unknown dijo...

Entre los demonios musicales que son la luminaria de los geniudos en las notas, las letras que has usado para enmarcar este tema son precisas pero, creo yo, limitadas.

Hay un cúmulo de cultura en tu mente y gracias por regalarnos un postrecillo, pero,para cuándo la comida corrida?

Buen análisis, buena argumentación, el manejo de tu retórica me parece cierto, sobretodo en el contexto de la falta de imaginación para la nueva música comercial.

Gracias por las recomendaciones, con tiempo las leeré.

Post Data. En el mundo de la actuación también se han hecho conjeturas diabólicas. Ese tema es muy interesante. También tiene que ver con la conexión neuronal acelerada.

Saludos
atte
Manuel Delgado