20090721

ENSAYO: Globalización VS Responsabilidad

Por Miguel Alejandro Guerra

Sin duda la creciente crisis mundial ha llevado necesariamente a revisar el entramado de la globalización económica. El sistema que durante años dio enormes beneficios a los capitales especulativos que se movían sin ninguna regulación o pasaporte alrededor del mundo[1] terminó por agotarse. Estos no son controlados por gobierno nacional o instancia internacional alguna. Creando su propia jurisdicción, mofándose de los intereses colectivos y de las necesidades sociales de los pueblos; promueven, en su irresponsabilidad misma, catástrofes que generalmente afectan a una nación tras otra. La historia del siglo pasado nos lo demuestra y la actual crisis financiera mundial lo afirma: como ya sabemos una tras otra, las crisis internas de naciones grandes y pequeñas -México o Malasia, Indonesia o Tailandia, Japón o Corea- afectan con rapidez creciente a las economías, grandes o pequeñas, del resto del mundo. Un país puede tener el gobierno más excelente y democrático, pero un error financiero en otro país pequeño o una crisis de la eficiencia en un país grande puede echar abajo la salud interna de cualquier nación.

“Los defensores del discurso globalizador Como Jagdish Bhagwati, el distinguido defensor del libre comercio, y Fred Bergsten, director del Instituto Peterson de Economía Internacional, institución adalid de la globalización, comentan que no debemos preocuparnos ya que gracias al libre juego de las fuerzas del mercado, se acabará arreglando todo” (Rodrik, 2008, oct.). La verdad es que la globalización es un hecho y sería necio oponerse a ella en principio. Lo que sí estamos obligados a hacer es someterla a un análisis crítico.

Un punto importante de la globalización económica son los paraísos fiscales. Según el documento que acompaña al Proyecto de ley titulado Stop Tax Haven Abuse Act[2] contra los llamados centros financieros off shore y sus usuarios estadounidenses, laborado en el 2006 por los senadores Levin, Coleman y Obama, se señala que tan sólo en la unión americana, la nación más poderosa del mundo, se evadieron en un año 100 mil millones de dólares (Mergier, 2008, nov. 18).

El senador demócrata Carl Levin advertía ya desde entonces: "Con un déficit fiscal de 345 mil millones de dólares y un déficit presupuestario de 248 mil millones de dólares, no se podía tolerar una perdida de 100 mil millones de dólares cada año en las finanzas publicas” (Mergier, 2008, nov. 18)

¿Qué pasó con este proyecto? Fue olvidado pues molestó a muchos miembros influyentes y defensores del discurso económico global de la administración Bush; en particular al secretario del Tesoro, Henry Paulson–, además de generar tensiones diplomáticas con varios de los países aludidos.

Como podemos observar existen personalidades de peso articulando la permanencia de la desregulación de los capitales especulativos. Esto quedó claro cuando el pasado 21 de octubre se reunieron en parís, a iniciativa de Francia y Alemania, los secretarios de finanzas de 17 de los 30 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Destacando las ausencias de Estados Unidos, Suiza, Austria, Luxemburgo y Liechtenstein. La explicación de esto es clara. El foro tenía la finalidad de elaborar nuevas estrategias de lucha contra los paraísos fiscales.

Pero esto no es nuevo: después de las crisis financieras y económicas que estallaron en los años noventa se comenzó a tener una verdadera preocupación por el tema, no obstante Christian Chavagneux, experto francés[3], menciona: "Desafortunadamente todo se paralizó con la llegada de George W. Bush al poder en Estados Unidos. La Casa Blanca impuso un nuevo giro a la política de la OCDE. El 10 de mayo de 2001, Paul O'Neil, entonces secretario del Tesoro, proclamó: “Estados Unidos no apoya los esfuerzos desplegados para dictar a los países cuáles deben ser sus tasas de impuestos o su sistema fiscal y tampoco participará en iniciativas para armonizar los sistemas fiscales”[4] (Chavagneux & Palan, 2008, p. 165).

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), existirían actualmente 72 centros financieros off shore en el mundo; La ONG estadounidense Tax Justice Network estima que el monto de la evasión fiscal anual en el mundo alcanzaría 255 mil millones de dólares y explica Chavagneux: “está comprobado que 50% de los flujos financieros mundiales transitan por paraísos fiscales. La mitad de los préstamos internacionales proviene de entidades bancarias instaladas en esos territorios y la mitad de los depósitos internacionales se dirige hacia entidades situadas en esas plazas financieras. Más grave aún: la tercera parte de la inversión directa extranjera de las trasnacionales acaba en los paraísos fiscales” (Chavagneux & Palan, 2008, p. 231).


La reciente crisis deja al descubierto la ineficiencia del mercado económico global pues aún cuando el capitalismo japonés, el europeo y aun el norteamericano poseen frenos, equilibrios, sanciones y capítulos sociales más amplios que los del resto del mundo, además de poseer empresarios y líderes políticos influyentes, no pudieron detener una inminente crisis, la cual, por consecuencia, también arrastra al mundo entero. Sin duda la economía global está fallando. Hablamos de frenar el privilegio otorgado al capital especulativo sobre el capital productivo. En 1970, el ochenta por ciento del movimiento de capitales en el mundo era de orden productivo y sólo el veinte por ciento restante, especulativo. Hoy, los porcentajes se han invertido: el ochenta por ciento de los tres mil millones de dólares que circulan diariamente -basta oprimir un botón- por el planeta no crean trabajo, ni educación, ni riqueza (Fuentes, 2004, p. 145). Son un monstruoso juego que desestabiliza las monedas nacionales, convierte su globalidad misma en contagioso efecto de dominó y plantea centralmente el problema del destino de la soberanía nacional en el mundo de la globalización.


Ahora podemos comprender un poco el porqué de la creciente crisis mundial. El tema de los paraísos fiscales es apenas la punta del iceberg. El mundo comienza a pagar la irresponsabilidad de unos cuantos. Probablemente los tiempos de estabilidad económica se han terminado para darle paso a una interminable época de crisis, las cuales también se han convertido en transnacionales. Tal y como menciona Osfabel en su primer artículo de esta publicación: “En realidad, El Apocalipsis no hace falta esperarlo, ha llegado.” Y efectivamente es así. Qué nos puede esperar en un mundo donde el valor del dinero es el único valor individual; en un lugar dónde nunca se es lo suficientemente rico; en una aldea mundial dónde la productividad se prolonga indefinidamente sin ninguna meta, salvo la avaricia.


Estamos viviendo no una restructuración de la responsabilidad financiera; tampoco del manejo responsable de la globalización. La era de hipocresía y desvergüenza ha llegado; en cuanto las cosas vuelvan a tomar su curso volveremos a caer en los mismos errores. Después de todo, la época es cínica y sabe que los nuevos valores tienen las piernas cortas. Interés, proximidad al ciudadano, aseguramiento de la paz, calidad de vida, conciencia de responsabilidad, conciencia ecologista…algo no marcha bien. Se puede esperar. En el fondo el cinismo espera agazapado a que pase esta ola de charlatanería y las cosas inicien su curso. (Sloterdijk P. 1989:13).


Pensemos: Si la ética se ha puesto de moda entonces habría que comenzar a preocuparnos verdaderamente…

[1] Sólo por mencionar un ejemplo: "El banco estadounidense Bear Stearns quebró en marzo pasado porque sus fondos especulativos registrados en las Islas Caimán y en Dublín tomaron riesgos aberrantes. De igual manera el banco británico de negocios Nothern Rock, el primero en ser nacionalizado por el primer ministro inglés Gordon Brown, había escondido la mayor parte de su deuda en una de sus sucursales registrada como asociación caritativa en la Isla de Jersey.
[2] El Stop Tax Haven Abuse Act, de 68 páginas, es un verdadero arsenal jurídico contra el fraude fiscal. Incluye además una lista negra de 34 países calificados como "jurisdicciones secretas extraterritoriales" en los que, según el Servicio Fiscal de Estados Unidos, se encuentran la mayor parte de esos 100 mil millones de dólares. Entre los países mencionados, siete pertenecen a la Unión Europea (UE): Luxemburgo, Liech-tenstein, Chipre, Gibraltar, Malta, los Países Bajos y Letonia. En la lista está también Suiza así como paraísos fiscales pertenecientes a la Corona Británica. Es el caso de las Islas Anguilas, las Islas Caimán, las Islas Vírgenes británicas o las Islas Turcas y Caicos. También dependen del Reino Unido otros centros financieros off shore, como las islas anglonormandas de Jersey, Guernsey, Alderney, Sacks, ubicadas en el Canal de la Mancha; así como la isla de Man, que se encuentra en el Mar de Irlanda. Destacan además Costa Rica, Panamá, Belice, Singapur y Hong Kong.
[3] Jefe de redacción de la revista francesa trimestral L'Economie Politique y jefe de redacción adjunto de la publicación mensual Alternatives Economiques, Chavagneux es además investigador del Centro para la Política Económica Global de la Universidad de Sussex (Gran Bretaña).
[4] Dentro de la administración de w. Bush se Crearon la International Tax Investment Organization, apoyada por los sectores más conservadores de Estados Unidos. Entre ellos se encontraba el poderoso Centro para la Libertad y la Prosperidad. De esa alianza nació la Coalición para la Competitividad Fiscal, un enérgico grupo de cabildeo cuyo activismo en el Capitolio permitió que los paraísos fiscales siguieran prosperando.

Chavagneux, C & Palan, R. (2008) Los paraísos fiscales. México: FCE
Aergier, A. (2008, noviembre 18). "Los paraísos fiscales: intrincado desafío.” en Proceso. P. 25
Fuentes, Carlos (2004). Carlos fuentes habla desde “El País”. España: trillas.
Rodrik, D. (2008) ¿Crisis de la globalización? Globalización de CLASESS. D3E. (S/I)

GUIÓN: Un momento más en la Alameda

1.- Ext. Alameda central. Tarde

(P. Abierto)

3:40 pasado meridiano. Aurelio camina bajo la sombra de un eucalipto verde y grande. Él un tipo famélico y lánguido, un arquetipo de embarnecimiento escuálido, acabado por los años que pasan por la piel y los cabellos, los ojos y el corazón. A punto de parecer un abuelito que no espera al gallo de la mañana; levantándose desde temprano, a la hora que se le da la gana.

El ladrido de un perro es escuchado bajo el sol casi sol de la Ciudad de México, un gemido parecido al de las animas que penan en las penumbras librando por un momento el ruido urbano. Aurelio ha logrado sentarse en una banca de la concurrida Alameda Central.

Desde la copa de un árbol que está junto al kiosco, justo frente de la banca donde se encuentra sentado, un ave casi negra pigmento murciélago, coloración adquirida del smog puro corazón de la metrópoli gris piel de bronce, despega. Cabeza de triángulo, alas extendidas para poder planear con certera belleza, patas encogidas, un auténtico diseño natural de aeronáutica.

Mientras aterriza una mujer pasa al lado del estanquillo de elotes asados que a su vez están muy cerca de las fosas nasales del viejo; eufórica, tal vez por el trabajo, la mujer que tiene cara de que se llama Ana, toca las pupilas de Aurelio. Surge de pronto un pensamiento estimulador para él: la imagina en paños menores, seduciéndola con la mirada, induciéndola cada vez más de prisa a cometer el pecado original, pareciera seguir la anticonstitución del buen comportamiento. Pagando la cuota senil, cree estar cometiendo adulterio. Mueve su mano izquierda donde se encuentra su reloj quitando la siniestra de la mano diestra, en ese instante algo cae a causa del movimiento: un crucifijo roto. El ave ha aterrizado.

corte a :

Negros

2.- Ext. Alameda central. Tarde

(P. Plano) (Rostro del Organillero)

El organillero fisgón, con ganas y degolla al gallo; Aurelio, casi se agasaja, sin angustia la migaja desgaja, sigue mirando: un momento descriptivo y cotidiano del que se es parte.

Secuencia de créditos.








20090720

CUENTO: Héroe

-Hoy sí, seguro que sí.

Me tiene sin cuidado si los vecinos hablan de mí. Son unos imbéciles. Por fortuna entre yo y ellos hay una pared, suficientemente gruesa para alejar sus gritos, su inmundicia y sus miradas. Definitivamente no sirve para nada la gente. No, no hace falta, lo tengo todo, bueno, casi todo. Si no fuera por ese idiota doctorcito queriendo dárselas de muy sabio, con sus consejitos y su peinadito de boy scout. No hace falta que un pelele al que le queda la bata grande, venga a decirme cómo debo sentirme. Después de todo, sigo vivo ¿no? Si fuera tan urgente, inclusive necesario, yo lo sabría.

-¡Al carajo contigo! ¡Maldita sea!

[Su brazo se mueve con violencia en la oscuridad, un bastón que estaba reclinado contra la pared golpea la puerta y queda tendido ahí, en el suelo. Se percibe una respiración cansada y una extremidad temblorosa que apenas sobresale entre las sábanas.]

Pero bueno, con tal de regresar después y poder dormir el resto del día, ya sin sus palabritas brincándome en la cabeza: que venga a verme, que lo reviso sin costo, que las pastillitas, que la que se cayó por asomarse. Sólo descansar mañana, y pasado, y el resto de mis días. Eso sí sería magnífico, no como esta jodida mañana. Venga a verme. Quién se cree. No vine a romperme la espalda para que un niño me diga lo que debo hacer. Un niño. Antes sí que éramos hombres. Tantos muertos y ni una sola bala disparada. Bachimba. Sólo al idiota de Orozco se le pudo ocurrir meterse ahí. Quedaron en bandeja de plata… flojitos, flojitos. Los uniformes. El dedo que dirigía el fuego de la metralla. Malditos alzados, pero en realidad no me importaba su causa. Mis medallas, cada una ganada a pulso. Y ahora me dicen que si la recetita, que si los chochitos, que ya no se embriague, padre. ¡Padre! ¡sólo eso me faltaba¡ Y me decían que mi esposa y mis hijos iban a estar orgullosos, y mis tierras, y que el presidente me iba a recibir en persona. Pero llegué y nada. Que tus hijos son unos traidores y que hubieras visto que ni puso resistencia, que casi ni gimió, y es mejor que te calles. Y después vino la pensión y este cuarto, que al menos me sirve para mantenerme separado de esos idiotas. ¡Y nada más que ese mocoso se atreva a pasar otra vez por mi puerta y le doy un bastonazo justo en la cabeza!

[Su mirada absorta, fija en una piper 8mm pendiente en la pared, con la cacha en buen estado pero podrida por dentro. A un lado, fotografías colgadas de marcos parecidos a patíbulos, cada una con sus cuatro aristas como alfileres sujetando al tiempo, clavándolo ahí, tapizando la habitación. Imágenes cercenadas que, aún después de verlas rodar por el suelo, se sienten parte del cuerpo.]

Pero, qué se le va a hacer. Hay que ir para poder regresar y dormir como Dios manda. ¡Como Dios manda¡ otro que se las da de muy sabio y se la vive ordenando. Bueno, al menos este tiene más experiencia que yo.

[El torso cubierto con una camisa arrugada y las piernas, pálidas y enjutas, con un pantalón marrón. Todo su cuerpo estremeciéndose comenzó la lucha, con movimientos pesados, para llegar a la orilla de la cama y poder sentarse.]

Malditas bestias. Pero algún día mi bastón..., algún día sus cabezas... y algún día, ya tranquilo, dormir. Idiota bastón. Idiota puerta. Idiota niño e idiotas los de Bachimba. Pero bueno, al menos ellos, tirados sobre las piedras, no se preocupan por su doctor. Los sacaron de sus pueblos, otros huyeron de la cárcel, otros tenían ganas de matar indios, los más suertudos sólo estaban ahí, sin hacer preguntas y sin ser interrogados. Me llamaron afortunado porque regresé, me dijeron que mas vidas que un gato, que la mala hierba, que el héroe. Afortunado de verdad el que no se alcanzó a agacharse y sólo quedó tendido sin saber nada más, o el que vio al otro caer y por estar de mirón le pegaron un tiro. Uno, quizá dos en medio de la cabeza. Y después la victoria con las mejillas encendidas y la falda levantada. La mano en la botella. El sonido del tren y en un segundo todo enmudeció. Despertar en un hospital de quinta. ¿Y el héroe? Los héroes no están mutilados ni arrastran una pierna, sin embargo fui el único sobreviviente. Tantas victorias, tantos muertos, una medalla por Dios sabe qué estupidez. Condenado a vivir con un brazo, y una pierna estéril, mientras que el nombre en alto del que hace la revolución detrás de un escritorio.

[Sus ojos se postraron en el bastón tendido en el suelo, y sabiendo que era necesario apoyarse en su miembro de madera, extendió el pie derecho en busca del suelo mientras que movía el izquierdo ayudado por su mano. Al tocar la fría superficie, provino, en un instante, un lacerante cosquilleo que trepó por sus tobillos hasta cubrir toda la pierna. Cayó tendido al suelo, golpeando pesadamente todo su cuerpo contra la loza fría permaneciendo con los ojos cerrados.]

ia ia no se te lo juro lo juro. se lo llevaron toditito no me dejaron ni una bendita gallina e todo no se los niños habían salido dios mediante no se y tanto fregarse uno no se no vayas que el señor se vaiga a enojar namas que juntemos unos centavitos y veras como nos largamos no vayas estate aqui silencito namas calladito no te vaigan a pegar de nuevo

[La sensación de la pierna regresaba dolorosamente arañándolo todo a su paso. En un impulso automático su cuerpo buscó levantarse apoyando sus dos manos sobre el suelo, pero su otro brazo, ese absurdo pedazo de carne jamás toco la superficie y el peso del cuerpo lo volvió a derrumbar, estrellándose nuevamente.]

solo apunta y dispara asi no no seas guaje la colocas sobre tu hombro y listo el bulto al otro lado cae redondito no te preocupes dos o tres tiros y fin del problema si se traba recoges la del matado de junto muy bien ya viste que bonito es cuestión de maña mira tu ni te preocupes por las tierras esas una o dos temporadas por aqui con nosotros y no con esos indios sin ofender y veras como te regresan todo

-Maldito bastón, malditos niños, maldito suelo, y este frío…

[Cómo si a cada instante perdiera un poco más de su cuerpo, buscó levantarse, así que apoyándose en su brazo arrastró su pecho sobre el suelo, reptando en un movimiento rítmico apoyando el brazo derecho hacia delante haciendo palanca con el codo, movía su pierna izquierda y el muñón por inercia se agitaba en el aire. De esta manera logró llegar a la puerta y tendiéndose boca arriba, sujetando el bastón, y tensando sus casi inexistentes músculos logró pararse y caminar torpemente hasta una silla cercana.]

-¡Ya te dije, idiota, si te acercas una vez más te parto a la mitad!
Qué necesidad tengo yo de soportar a ese imberbe. Pero sólo que se acerque, abro esa jodida puerta y verás.

-¡Ya verás!

Pero claro que verás. Qué necesidad viviendo yo donde vivía. ¡Y ese doctor! Sí tan sólo supiera todo lo que me debe, lo que todos me deben. Si supieran quién soy. Me dijeron que era excelente, que inspiraba a los soldados, que era un héroe, y que mi familia no debería preocuparse más, que me darían una casa en la capital.

[Ya disminuido el dolor, se acercó a la mesa en donde se encontraba una camisa del mismo color que la que traía, sucia del pecho, un pantalón marrón y un par de zapatos. Colocando el bastón sobre la mesa para disponer de su mano, se quitó su ropa y la puso sobre el mueble. Tiró los otros pantalones limpios al piso y metió sus débiles piernas ayudadas de su mano, haciendo un acto de equilibrismo. La camisa era más difícil de colocar, pero no tanto como los zapatos, sin embargo, no imposible. Ponérsela no costaba tanto como abotonarla, ya que el muñón debía sujetarla retorciéndose como un animal herido.]

Antes de que regresen a sus hogares estos valientes soldados deben saber que la batalla fue dura pero, gracias a ustedes y sólo a ustedes obtuvimos la victoria. Tantos héroes y hermanos caídos dejaron su vida en el campo, bajo la providencia que nos sostiene, y ustedes, los más valientes, han ganados el camino a casa, a reencontrarse con sus mujeres e hijos y vivir junto a ellos una larga vida. Son héroes, lo han ganado.

[Frente a la puerta, de espalda a su habitación, sujetando la perilla, vuelve a escuchar los mismos pasos que impertinentemente se acercan corriendo para después alejarse con impunidad.]

-¡Eso es todo! Por fin hoy te romperé la cabeza, maldito mocoso.

[Entreabrió la puerta y sujetó el bastón en alto esperando asestar un golpe mientras se asomaba para ver al intruso, pero el pasillo estaba vacío, desierto e infinito, prolongándose en la oscuridad, sin embargo, sumergido en la sombra sabía que él se encontraba. Esperando. La penumbra se prolongaba hasta lo indefinible y cerró la puerta regresando en un instante a la cama.]

-De seguro que ahí está, de seguro regresa, y aunque tenga que esperar todo el día acabaré con él. Después de todo la cita puede esperar. Pero mañana sí, seguro que sí.

ENSAYO: Cultura y Globalización (I de II)


¿Hasta qué punto un proceso económico puede influir en la transformación cultural de una sociedad?


Primero que nada, hace falta resaltar la diferencia entre cultura y tradición, ya que si bien la primera está conformada por el conjunto de modos de vida creados, aprendidos y transmitidos de una generación a otra entre los miembros de una sociedad particular, la segunda vendría a ser no sólo ese conjunto de modos de vida, sino también su invención.


Para Anthony Giddens la idea actual de Tradición es en sí una creación de la Modernidad. Todas ellas son invenciones del ser humano que, consciente o inconscientemente, han sido creadas para legitimar el poder. Y que además, tienen la capacidad de ser modificadas, reinventadas o intercambiadas según sea necesario.


Por tanto, es erróneo pensar que el concepto de Tradición está estrictamente relacionado con una antigüedad milenaria, con algún símbolo religioso, el dogma o con la ignorancia, tal y como lo hicieron en su momento los Ilustrados.


Ahora bien, puesto que algunas tradiciones son de reciente invención, queda claro que no es su duración en el tiempo ni su propagación geográfica lo que las convierte en un fenómeno cultural tan importante. El punto medular es el ritual y su repetición; así como el hecho de que deben ser practicadas dentro de una colectividad, de lo contrario pierden validez y se convierten sólo en un hábito. Por ello es que están sujetas a vigilancia por parte de los guardianes de la tradición, quienes son los únicos capacitados para indicar el modo de construcción del ritual y sus posibles interpretaciones.


Para Giddens, este proceso modificador de la tradición, la Globalización, ha ocasionado dos reacciones: por un lado el Cosmopolitismo –que también se ha llamado norteamericanización- y por el otro el Fundamentalismo, ambos enfrentados entre sí. El primero ha drenando la tradición de su contenido sagrado y se ha encargado de comercializarlo –ora en forma en souvenirs ora en kitsch.


Contrario a lo que podría pensarse el surgimiento del Fundamentalismo – que no es sinónimo de Fanatismo- surge en oposición al Cosmopolitismo. Se trata de “una Tradición asediada”, y aunque parece ser la antítesis de la globalización, se trata más bien de una reacción a la desacralización que provoca.


Y aunque es claro que el Cosmopolitismo va ganando esta confrontación, cabe destacar que éste tiene a su favor un arsenal de recursos para promoverse: los media y las nuevas tecnologías. Como señala Tom Friedman, es un hecho que los medios de comunicación norteamericanos son los que más influencia tiene a nivel mundial; el Internet, películas, noticias, series televisivas y los anuncios de las grandes marcas son principalmente de procedencia norteamericana. Asimismo, la abrumadora mayoría de las telecomunicaciones operan en idioma inglés.


De la misma forma, la desregulación y privatización de los medios es lo que ha permitido que el vertiginoso desarrollo tecnológico haya accedido a los hogares. Eventualmente, es en este punto que aparece una paradoja: si bien la tecnología es una herramienta para insertar nuevas tradiciones, serán los contenidos quienes finalmente acaparen el papel principal. Serán ellos quienes moldeen las nuevas formas de actuar, quienes puedan sacralizar o desacralizar.


Ahora bien, como dice De la Dehesa, la pregunta lógica que se plantea a continuación es ¿Acaso este proceso va a terminar eliminando las tradiciones y por tanto, las culturas nacionales, regionales o locales del resto del mundo?


Aunque hasta cierto punto podemos afirmar que el proceso globalizador ha modificado, en mayor o menor medida, algunas tradiciones tanto del mundo occidental como del mundo occidentalizado y que por ello también habrá modificado la cultura de dichos lugares, debemos aceptar el hecho de que sólo una mínima parte de la población mundial goza de los beneficios plenos de la globalización; y que un porcentaje sólo un poco mayor –mas no la mayoría-, vivimos en un mundo aparentemente “occidentalizado”. A juicio de Samuel Huntington aquí en Occidente –su occidente- nos creemos que el mundo está más influenciado por nuestra cultura de lo que realmente está, “salvo una élite relativamente pequeña, el resto del mundo ignora u odia la cultura occidental”.


Creemos que McWorld ha permeado al mundo. En consecuencia, sólo ciertos rasgos han cambiado, es decir, que hay un cierto nivel de modificación cultural, pero éste sigue siendo mínimo.


Ésta es la postura de Samuel Huntington, quien estima que la principal fuente de conflicto en este nuevo mundo no será ideológica o económica sino que el factor dominante será el cultural.


Por otro lado, cabe señalar que aunque el proceso globalizador no es en sí un “modificador” de la cultura, puesto que su área de acción está fundamentalmente en el terreno económico, las repercusiones sí llegan al terreno cultural, o al menos así son percibidas por la población, quienes ven que los estándares norteamericanos están invadiendo su cultura y como se dijo antes reaccionan tratando de evitar dicha “invasión”.


Lo que es indudable es que aunque la cultura globalizadora y los media puedan modificar hasta cierto punto la mentalidad y ciertos rasgos culturales, resulta quimérico pensar que es posible llevar adelante una homogenización de las sociedades; puesto que si consideramos que la cultura es la sustentación de la identidad, colectiva o individual, ésta parte difícilmente puede estandarizarse.